Está allá en la directriz de perioperatorio de la Sociedad Brasileña de Cradiología y otras sociedades: Pacientes que hacen uso crónico de betabloqueador deben evitar la suspensión del medicamento antes de la realización de cirugías (clase de recomendación I). Ok. ¿Pero quién fue dijo eso? ¿Cuál es la evidencia? La referencia citada por la directriz es este estudio que valoró 711 pacientes sometidos a procedimientos vasculares. En 21 de ellos hubo suspensión de betabloqueador en el perioperatorio siendo observado en este grupo un aumento del riesgo de eventos cardiovasculares (odds ratio de 2,7). O sea, no es aquella evidencia extremadamente sólida, sin embargo es algo.
¿Existen relatos similares mostrando que la suspensión abrupta de esta clase de medicamentos en otros escenarios aumenta el riesgo de eventos? ¡Sí! Basta leer este post hablando como podemos evitar esto.
Autoria
Eduardo Cavalcanti Lapa Santos
Editor-chefe e criador do site Cardiopapers; Especialista em Cardiologia pelo InCor-HCFMUSP; Especialista em Ecocardiografia pela SBC; Especialista em Clínica Médica pela SBCM; Doutor e mestre pelo Departamento de Cirurgia da UFPE; Preceptor das residências de cardiologia e Ecocardiografia do HC-UFPE.
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